LA BENDICIÓN QUE NOS HACE FALTA
“Aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí.
Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte.
Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza;
y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera.”GENESIS 27: 1 - 4 (RV60)
Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte.
Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza;
y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera.”GENESIS 27: 1 - 4 (RV60)
El éxito de las personas depende en gran parte de las bases que sus padres fueron sembrando en su sub-consciente a través de sus diferentes edades, muchas veces el niño escucha frecuentemente que es un tonto, incapaz o que nunca saldrá adelante si no cambia de actitud. Lo malo es que los mismos padres no le indica cómo debe de hacer ese cambio y dejan una laguna de incertidumbre en su recuerdo que lo puede marcar para siempre como un “perdedor” si no aparece el milagro restaurador de Jesucristo. Recordemos que las palabras tienen “Poder” y los padres pueden combinar este poder con la “autoridad” que les es concedida como cabezas del hogar y sacerdotes. Por eso es tan importante que el niño reciba solamente palabras de éxito para su futuro, es indispensable que el niño tenga un huerto en su mente en donde se siembra solo semillas de positivismo, de capacidad y de triunfo para que los frutos sean los mismos en la adolescencia, juventud y vejez.
Cada oportunidad que Dios te da para bendecir a tus hijos, aprovéchala y lánzalos hacia un futuro prometedor como lo hizo Isaac y si por el contrario, tus padres nunca te dieron una bendición, reconoce que al aceptar al Señor Jesus como tu salvador, tienes la gran bendición del Padre Celestial que es mejor que cualquier padre terrenal y confía en que todas las bendiciones te vendrán en su momento, olvidando toda aquella semilla de fracaso o mediocridad que pudieron haber sembrado tus padres en el lindo huerto que llevas dentro.